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oasis_A Cel Obert Festival 2020_Tortosa A Cel Obert festival design competition 2020

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The project explores the desire for discovery and the feeling of curiosity that we all have when we see something unknown that we suspect has something inside. 

 

The ephemeral element located in the courtyard of Sant Jaume i Sant Maties is an foreign object to the courtyard itself. It is an element that emerges between the columns closed in itself that contrasts with the architecture of the space in which it is contained.

 

When we enter the patio, we find an element that invites us to surround it, to discover an entrance to the possible space that it encloses inside. The golden element of its base gives us clues and guides us.

 

While we surround the wavy surface of the object, we become aware of the existence of a narrow slit, a small entrance that allows us to see its glowing golden interior, which now allows us to explore what it contains. 

 

The curiosity to discover its content leads us to a hidden garden, a decontextualized oasis of unknown vegetation, a delocalized environment foreign to the outside, a place of rest and stay where you can forget about the environment beyond its narrow entrance.

 

When we turn around we see the place we came from. It is now distant and strange.

TEAM:

Miguel del Amo

Pablo Navas

El proyecto explora el deseo de descubrimiento, el sentimiento de curiosidad que todos tenemos al ver algo desconocido y que sospechamos guarda algo en su interior.

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El elemento efímero situado en el patio de Sant Jaume i Sant Maties es un objeto ajeno al propio patio, un elemento que emerge entre las columnas cerrado en sí mismo que contrasta con la propia arquitectura del espacio en el que queda contenido.

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Al entrar al patio, el elemento que encontramos nos invita a rodearlo, a descubrir una entrada al posible espacio que encierra en su interior. El elemento dorado de su base nos  da pistas y nos guía.

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Rodeando la ondulada superficie del objeto, nos damos cuenta de la existencia de una estrecha rendija, una pequeña entrada que nos deja ver su interior dorado y resplandeciente, que nos permite ahora explorar lo que encierra.

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La curiosidad por descubrir su contenido nos lleva a un jardín oculto, un oasis descontextualizado de vegetación desconocida, un ambiente deslocalizado ajeno al exterior, un lugar de reposo y estancia en dónde olvidarse del entorno más allá de su estrecha entrada.

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Al darnos la vuelta vemos el lugar del que vinimosd. Se sitúa ahora lejano y extraño.

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